En el Nombre de Jesus: Semana 2

¡En el nombre de Jesús!

 

Repaso de los versículos del sermón– Lee los siguientes versículos juntos.  Al leer, subraya la parte del versículo que sostiene el punto del sermón subrayado encima de él

 

Debido a la obrar redentora de Cristo:

 

1.   Puedo orar a mi Padre celestial.

 

Gálatas 4:4-6

4 Pero cuando vino la plenitud[a] del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5 a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. 6 Y porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba! ¡Padre!

 

 

Juan 1:12-13

12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho[a] de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron[b] de sangre[c], ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.

 

Marcos 14:36

36 Y decía: ¡Abba, Padre! Para ti todas las cosas son posibles; aparta de mí esta copa, pero no sea lo que yo quiero, sino lo que tú quieras.

 

2.   Mis oraciones son siempre escuchadas por mi Padre.

 

Juan 11:41-42

41 Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. 42 Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado.

 

1 Juan 5:14-15

14 Y esta es la confianza que tenemos delante de[a] Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. 15 Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho.

 

3.   El Intercede por mi.

 

Romanos 8:33-34

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.34 ¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó[a], el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

 

La semana pasada aprendimos que por medio de la oración incesante llegaremos a un mejor conocimiento de Dios. Usando la oración del “Padre Nuestro” en Mateo 6:9-13 como un patrón de como orar y no como una oración a repetir, elabora una oración que te ayude a tener un conocimiento más intimo de Dios. Ver ejemplo a continuación y hagan su propia oración.

 

Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre (9).

 Querido Padre Celestial ayúdame a seguir tu ejemplo de santidad en todos los aspectos de mi vida. No puedo en mis propias fuerzas. Reconozco que soy frágil, pero gracias a tu Santo Espíritu en mi puedo caminar en santidad.  Por eso Padre Celestial clamo ante ti.

 

Venga tu reino 10 (a)

Después de reconocer el carácter de Dios en nuestras plegarias, el versículo 10 nos enseña a orar por sus propósitos.  Ejemplo: Sí Padre amado reconozco que Tú eres mi Rey y es mi deseo que reines en todos en todos y cada uno de los aspectos de mi vida y es entonces que podré caminar en santidad porque has tomado todo el control de todo mi ser. Y así aún cuando no sea de tu agrado puedas decir  

 

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo (10b) 

Sí Padre amado que tu voluntad se cumpla en mi vida. Estoy aquí para servir tus preciosos propósitos y no los míos. Ayúdame Padre amado a descubrirlos para caminar en tu voluntad. 

 

Danos hoy el pan nuestro de cada día (11).

Mientras busco agradarte día a día Padre amado, te pido mi Rey y Dios por la provisión diaria de cada día.  Sí Padre amado aquí estoy confiando en tu promesa que, si busco tu reino y tu justicia divina, el pan de cada día vendrá por añadidura.  

 

Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores (12).

No quiero Padre de bondad que el pecado se interponga en mi relación contigo, y en el cumplimiento de tus planes. Por eso Dios mío te pido que perdones mis ofensas como también debe perdonar a los que me ofenden. 

 

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal (13).

Si amado Padre Celestial examina mi corazón y pon a prueba cada uno de mis pensamientos y así me ayudarás a ver si te he fallado y debo enmendar mi camino. Si, amado Padre Celestial no permitas que caiga en los engaños del acusador de los hermanos. Por eso te ruego Dios de bondad que no me dejes caer en tentación y libres del mal porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos. Te lo pido Dios de bondad en el precioso nombre de tu Hijo amado Jesucristo. Amén. 

  

Kimberly Rodriguez